Y es que mientras distintos medios presentan los resultados de estudios de opinión de empresas que —se quiera o no— llevan un rato construyendo su credibilidad en el área de las encuestas electorales, el diario propiedad de José Gutiérrez Vivó decidió suscribir los resultados de una empresa llamada GCE y poner en primera plana la mejor broma del mes. Por enésima vez queda clara la total ausencia de autocrítica de los responsables del área editorial y el abandono en que su presidente y director tiene a la empresa.
Con seguridad, en muchas redacciones la referida encuesta se hubiera puesto directamente en el bote de la basura. No en este caso.
La vergüenza del seguimiento quedó, sin embargo, no en manos de la reportera que firma la nota, sino en otro grupo de reporteros a quienes se encomienda siempre el trabajo sucio de apuntalar —como sea— las dudosas exclusivas, pepenadas, como en este caso, de una encuestadora nacida… hace tres meses. Para leer hoy y carcajearse toda la quincena.
ja. no hay duda.